
1.ORÍGENES
Noche de verano. Dos jóvenes rebeldes. Pasión. Preocupación. Medio Ambiente. Contaminación. Insatisfechas en sus prometedoras carreras en el mundo de las finanzas. Una revelación. Arduo trabajo y planificación. Atrevimiento. Salto al vacío con un puñado de dólares. Éxito. Colecciones icónicas ...
No.
Tunante no nació de esta manera.
Tranquil@.
La realidad es infinitamente mejor.
No hubo una noche de verano, han sido unas cuantas.
Y de invierno, otoño y primavera.
Y que no nos falten.
Tunante no fue una súbita inspiración.
Encontrar el camino no es cosa de musas.
Precisa de tiempo, cariño y conocimiento.
Sorbito a sorbito cogió forma nuestra necesidad de arrojar un poco de luz en este mundo que cada vez pinta más negro desde la firme convicción de que las cosas van a mejorar.
Tunante tuvo otras formas, otras caras, otros colores y en cada una de esas versiones siempre fue fiel a un único objetivo:
la divulgación y preservación de nuestros paraísos fomentando maneras de vivir acordes a un mundo mejor.
Con el paso del tiempo, a fuego lento como los buenos guisos, las piezas fueron encajando; escuchamos, leímos, observamos, aprendimos y volvimos a escuchar para borrar una y mil veces lo escrito.
Verso a verso, Tunante fue adquiriendo entidad, sumando opiniones y sensibilidades hasta convertirse en un ser vivo, un ser orgánico, que siente, que muta y que toma lo mejor de cada uno de sus integrantes.
Reduce tu impacto.
Gracias por ser Tunante.
